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En el presente caso, con las diligencias de investigación realizadas se verificó que en el año dos mil catorce la señora Cecilia Inés Bonilla de Martel fungió como servidora pública del Ministerio de Educación y en el cargo de maestra del Centro Escolar David J. Guzmán, Chirilagüa, San Miguel, con horario de siete a doce del mediodía y de las doce horas treinta minutos hasta las seis de la tarde (fs. 42 al 46). En dicho Centro Educativo el cumplimiento de la jornada laboral de los empleados se verifica mediante un libro denominado “control de asistencia del personal docente”, en el cual consta que en los períodos del veintidós al veinticinco de abril y del siete al trece de agosto de dos mil catorce, la señora Bonilla de Martel asistió normalmente al trabajo, en ambos turnos, cumpliendo su jornada ordinaria de trabajo (fs. 6 al 14). Adicionalmente, con el informe de la Dirección General de Migración y Extranjería, se constata que la señora Bonilla de Martel en los períodos antes referidos, no viajó fuera del país, como lo afirmaba el informante en el aviso interpuesto en su contra. Por último, el instructor designado por el Tribunal entrevistó a los superiores jerárquicos de la investigada quienes manifestaron que ella se presentó en esa fecha a realizar sus labores en ambos turnos. En ese sentido, es dable afirmar que en los períodos del veintidós al veinticinco de abril y del siete al trece de agosto de dos mil catorce, la señora Bonilla de Martel no se ausentó de sus labores sin autorización para realizar actividades privadas. En consecuencia, la investigada no transgredió la prohibición ética regulada en el artículo 6 letra e) de la LEG. |